A lo largo de nuestra experiencia en materiales para grabado y corte láser, nos hemos encontrado con muchos clientes con la necesidad de realizar grabado láser sobre aluminio y que el resultado fuera en color negro, en vez del color natural del mismo aluminio.
Habitualmente, cuando grabamos sobre aluminio con un láser CO2, hemos de utilizar siempre aluminios anodizados (con un lacado especial). La razón es porque el láser extrae la capa de pintura para que resulte el color del aluminio contrastado con el color del lacado.
No habrá contraste alguno, casi no se distinguirá el grabado, a menos que apliquemos algún tipo de líquido oxidante para oscurecer.
Hace unos meses, incorporamos a nuestro catálogo de materiales un nuevo aluminio para grabar tanto con láser CO2 como láser de fibra. La característica más destacable es que el grabado queda directamente negro, sin necesidad de aplicar ningún abrasivo ni espray.
Este aluminio tiene un tratamiento superficial que consigue, con ambas tecnologías láser, que el resultado sea negro, incluso podemos variar los parámetros de potencia y velocidad para conseguir diferentes tonalidades. Al ser una placa de aluminio fina, tan sólo 0,5 mm de espesor puede cortarse fácilmente con cizalla.
La gran mayoría de aplicaciones utilizadas con láser para metales son la personalización de materiales de publicidad y los regalos o carteles, además de las aplicaciones industriales, como placas identificativas.
Tanto el grabado como el marcado láser de materiales metálicos son aplicaciones muy limpias a la hora de realizar el proceso del diseño, además de obtener gran precisión sin dañar la superficie. El resultado es un grabado o marcado láser permanente, ya sea de un texto, logotipo o imagen.
Los metales barnizados o anodizados sí pueden grabarse con un láser CO₂, esa capa no refleja en el láser y el barniz se evapora con el calor, produciendo el contraste con el metal. En cambio, los metales que no llevan ningún tipo de barniz o tratamiento necesitan un producto químico especial, para conseguir el contraste.
La pasta o espray para marcado láser CO₂, se aplica sobre el metal, siempre antes de iniciar el proceso de grabado. En el caso de la pasta, hay que mezclarla con alcohol con una proporcionalidad de 60/40 respectivamente y repartir sobre la superficie para que quede uniforme (con la ayuda de un pincel). Esperaremos el secado en ambos productos, suele ser bastante rápido, para poder procesarlo con el láser. Una vez grabado se elimina el producto sobrante o residual limpiando la superficie metálica.
Dentro de nuestro catálogo de materiales encontramos aluminios anodizados para poder trabajar con láser CO₂, además de la pasta y/o espray para aplicar a metales libres de barniz o tratamientos.