Realizar el mantenimiento de la maquinaria que está paralizada en nuestros talleres es fundamental para que, cuando se vuelva a necesitar, funcione correctamente. Esta paralización puede deberse a múltiples razones, desde una menor demanda de productos hasta huelgas o desastres naturales.
La mayoría de las veces el periodo de interrupción de uso es corto y no suele haber mayor problema. Ahora bien, cuando pasa un tiempo dilatado sin que se utilice, conviene realizar una serie de revisiones. Esta operación deberá realizarla un experto en mantenimiento industrial de forma exhaustiva para asegurarse de que no haya errores que pongan en peligro la vuelta a la actividad de la máquina.
La primera revisión que se debe hacer es general. Hay que comprobar el estado real de la máquina, si funciona o si necesita algún cambio para que pueda volver a ser operativa. En caso de encontrar fallos o de ver que necesita algún recambio de pieza, habrá que considerar si el precio de solucionarlo sale a cuenta. En caso de que no se quiera llevar a cabo esa reparación en el momento, habrá que apuntar en una base de datos qué se encontró dañado, la estimación del precio que puede costar la reparación y la fecha de la revisión.
La perspectiva de vida útil de la maquinaria es también un elemento a considerar. Si has pasado un tiempo sin utilizar la máquina, quizás la vida útil se haya acortado a mayor velocidad. Tener en cuenta la antigüedad de la máquina y el tiempo que ha estado parada te ayudará a realizar una planificación realista de tus recursos.
También es necesario comprobar, no solo que la máquina funcione, sino que lo haga en plenitud de facultades. Es importante ver si la máquina va a funcionar al 100% de su capacidad y si todas sus funciones siguen ejecutándose correctamente.
Es posible que algunas funciones estén estropeadas, así como que funcionen al 50% de su capacidad o gasten más energía de lo normal. En estos casos quizás haya que considerar otras alternativas.
La revisión de la maquinaria es una actividad muy recomendable para realizar periódicamente, tanto para tener el control como para ponerla a funcionar de nuevo en tu industria. Aun así, es posible que te salga más a cuenta plantearte la posibilidad de cambiar la máquina.
Un ejemplo muy común en la industria del corte son las muchas empresas que dejan un tiempo paralizadas sus máquinas punzonadoras y, en lugar de recuperarlas, prefieren invertir en una máquina de láser de fibra.
Anteriormente ya hemos realizado una profunda comparativa entre punzonadora y máquina láser de fibra que si todavía no la has leído te recomendamos que lo hagas. Por un lado, descubrirás que cortar con láser es mucho más sencillo que hacerlo con una punzonadora, ya que esta cuenta con un proceso de preparación muy complejo, que dificulta el trabajo de una amplia gama de formas, materiales y espesores.
Por otro lado, en una máquina de láser de fibra el coste en mantenimiento y en consumible es bajo, mientras que el consumo energético es bajo/medio, dependiendo de la potencia del láser. La punzonadora, en cambio, tiene unos altos costes en consumibles y unos costes medio/altos en mantenimiento y consumo.
Razones como estas son las que pueden hacerte plantear la posibilidad de cambiar de máquina cuando revises aquellas que tienes inutilizadas. Si tienes dudas sobre qué máquina es la que necesitas, pide una consultoría gratuita sin ningún compromiso y uno de nuestros expertos te aconsejará según tu situación.
